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El accidente de helicóptero que acabó con la vida del presidente iraní Ebrahim Raisi ha enviado ondas de choque en toda la República Islámica y la región.
Pero, según analistas, la muerte de Raisi no se espera que genere cambios importantes en las políticas internas y externas de Teherán.
El Líder Supremo Ayatolá Alí Jamenei, quien tiene la última palabra en todos los asuntos estatales importantes, y los poderosos Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, son los centros de poder clave en Irán, donde la autoridad del presidente es limitada.
"La muerte de Raisi, en sí misma, no provocará un cambio significativo en las políticas de Irán", dijo Hamidreza Azizi, investigador del Instituto Alemán de Asuntos Internacionales y de Seguridad. "Después de todo, el presidente es el segundo al mando en la jerarquía de poder de la república islámica, y las direcciones estratégicas las establece el líder supremo".
Como presidente, Raisi supervisó una brutal represión de protestas antirrégimen en 2022 y el endurecimiento de las leyes de moralidad del país.
La verdadera importancia de la muerte del ultraconservador Raisi, según expertos, es que podría desencadenar una lucha de poder entre los sectores más duros del país.
El fallecimiento de Raisi, quien se consideraba ampliamente que sería el próximo líder supremo, también podría complicar los planes de sucesión de Jamenei.
Raisi, exjefe del poder judicial, fue durante mucho tiempo protegido de Jamenei, quien se pensaba lo estaba preparando como su sucesor.
Sanam Vakil, directora del programa de Medio Oriente y Norte de África en Chatham House con sede en Londres, dijo que Raisi "encajaba perfectamente" para suceder a Jamenei e incluso modelaba su vida según el líder supremo de 85 años.
"[Raisi] era un funcionario leal dispuesto a hacer los mandados del líder supremo a través de múltiples instituciones", dijo. "No hay candidatos obvios que puedan cumplir con muchos requisitos."
La muerte de Raisi ha dejado una vacante por llenar. Según la ley iraní, deben realizarse elecciones en un plazo de 50 días, lo que deja a la jerarquía clerical en apuros para encontrar un sustituto adecuado.
Los candidatos principales son el presidente del parlamento Mohammad Baqer Qalibaf y el jefe del poder judicial Gholamhossein Mohseni-Ejei.
Azizi dijo que el próximo presidente podría tener "una influencia significativa en la trayectoria general" de la sucesión de Jamenei.
"Por ende, esto va a conducir a una competencia intraconservadora intensificada para [convertirse en presidente]", añadió.
Ali Vaez, director del Proyecto Iraní en el Grupo Internacional Crisis con sede en Bruselas, dijo que las próximas elecciones ofrecen una oportunidad para que la jerarquía clerical "pursiga un curso diferente" al permitir una votación relativamente competitiva.
En 2021, Raisi ganó las elecciones presidenciales de manera abrumadora, en una votación que fue ampliamente vista como amañada. Su victoria consolidó el poder de los sectores más duros, que asumieron el control de los tres poderes del gobierno.
"Pero sospecho que el régimen está dedicando todos sus esfuerzos a prepararse para una sucesión después de Jamenei, esforzándose por crear condiciones homogéneas en la cúspide de la pirámide de poder, y no permitiendo que ningún rival entre en este círculo", dijo Vaez a Radio Farda de RFE/RL.
Relaciones Internacionales
La muerte de Raisi no tendrá impacto en los lazos cada vez más estrechos entre Irán y Rusia, una relación que ha preocupado cada vez más a Occidente, según analistas.
Irán ha suministrado miles de drones a Rusia tras su invasión de Ucrania en febrero de 2022. La aeronave no tripulada iraní, conocida como el Shahed, ha desempeñado un papel clave en la guerra de 27 meses, permitiendo a Rusia devastar ciudades ucranianas a distancia, incluida la destrucción de infraestructura crítica.
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"Es poco probable que algo cambie en las relaciones entre Rusia e Irán. Al menos si un conservador permanece como presidente," dijo Ilia Kusa, analista del Instituto Ucraniano del Futuro con sede en Kyiv, en Facebook.
"La asociación circunstancial entre Rusia e Irán no está tanto ligada a una persona como a la situación internacional, las malas relaciones con Occidente y los estrechos lazos a diferentes niveles", dijo.
En cuanto a las relaciones entre Estados Unidos e Irán, que han sido tensas durante décadas, la administración Biden no espera ninguna transformación con la muerte de Raisi.
El portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby, dijo a los periodistas el 20 de mayo que en lo que respecta a la política iraní, es Jamenei quien "toma las decisiones", no el presidente.
"Por lo tanto, no anticipamos ningún cambio en el comportamiento iraní. Y, por lo tanto, los iraníes no deben esperar ningún cambio en el comportamiento estadounidense cuando se trata de responsabilizarlos", dijo Kirby.
Por RFE/RL
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