El mes pasado, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos anunció que las naciones más ricas del mundo finalmente habÃan alcanzado la meta de $100 mil millones en financiamiento anual para la transición en 2022.
De hecho, la OECD dijo que habÃan "superado significativamente" esa meta en más de $15 mil millones. Aun asÃ, la meta última de movilizar billones en finanzas verdes en las próximas décadas sigue siendo tan esquiva como siempre.
Popularmente conocido como financiamiento climático, el dinero que diversas agencias de pronóstico dicen que debemos gastar cada año para alejarnos de los hidrocarburos y pasar a fuentes de energÃa alternativas ciertamente no es cosa menor.
De hecho, el costo de la transición ha estado aumentando constantemente en los últimos años. Para cuando la OECD alcanzó su objetivo anual de financiamiento climático de $100 mil millones, en otras palabras, ya no era suficiente para avanzar la agenda de transición según lo planeado. Y la factura podrÃa seguir aumentando también.
El Secretario Ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, Simon Stiell, dijo a principios de este año que el mundo necesitaba encontrar y canalizar $2.4 billones anualmente hacia la transición energética para 2030.
"Está claro que para lograr esta transición, necesitamos dinero, y mucho - $2.4 billones, si no más," dijo en ese momento. Lo que no estaba claro-y aún no está claro-es de dónde vendrÃa todo ese dinero. No solo eso, sino que recientemente se descubrió que esas naciones ricas que se suponÃa debÃan llevar el peso por todos los paÃses pobres que no podÃan permitirse gastar miles de millones en subsidios solares y vehÃculos eléctricos, se habÃan aprovechado de los mecanismos de financiamiento climático.
Una investigación del programa de periodismo Big Local News en la Universidad de Stanford reveló que los miembros del G7 de la OECD rutinariamente proporcionaban lo que se llama financiamiento climático a naciones pobres en forma de préstamos en lugar de subvenciones, con intereses de tasa de mercado adjuntos en lugar del descuento tÃpico en tales préstamos. Los préstamos también venÃan con condiciones: el prestatario debÃa contratar empresas del paÃs prestamista para los proyectos financiados.
La investigación no tuvo el impacto que deberÃa haber tenido. Aun asÃ, no todo en el financiamiento climático es tan prÃstino como deberÃa ser. Es en este contexto no prÃstino que los paÃses están discutiendo elevar el objetivo de inversión en financiamiento climático antes de la próxima conferencia de las partes, programada para noviembre-porque el costo de la transición también ha estado aumentando.
Según un reciente resumen de Reuters sobre la situación, los paÃses árabes han sugerido un objetivo de inversión anual de $1.1 billones, de los cuales $441 mil millones provendrÃan de paÃses desarrollados. La sugerencia de más de $1 billón en inversiones anuales también cuenta con el apoyo de la India y los paÃses africanos. Tiene sentido que los posibles beneficiarios de esos billones anuales apoyen la idea. Tiene menos sentido que los posibles proveedores de ese billón firmen el plan-porque no es que tengan mucho efectivo disponible.
Actualmente, no hay nación del G7 que no esté experimentando algún grado de dificultades financieras. Desde la deuda descontrolada de EE. UU. hasta la inexistente tasa de crecimiento del PIB de Alemania y el déficit presupuestario de Japón, el G7 no está bien. Aun asÃ, se espera que sea el G7 el que cargue con la mayor parte del peso del financiamiento climático. Aun asÃ, EE. UU. y la UE ya han acordado que necesitan movilizar más de $100 billones anualmente para que la transición tenga alguna posibilidad de llevarse a cabo. El "Cómo" de eso sigue siendo la pregunta de un billón, o más bien de un trillón de dólares.
Públicamente, los lÃderes del G7 han estado hablando mucho sobre más financiamiento privado. Se necesita que fluya más dinero hacia proyectos de transición para complementar las polÃticas gubernamentales destinadas a hacer que esos flujos sean rentables para los inversionistas. Sin embargo, esos gobiernos que proporcionan el apoyo no son omnipotentes y no han podido garantizar esa rentabilidad, lo que hace que los inversionistas se muestren reacios a involucrarse completamente en la transición para suministrar esos necesarios miles de millones en financiamiento climático.
Los vehÃculos eléctricos son un ejemplo. La Unión Europea ha estado haciendo todo lo posible para apoyar una mayor adopción, incluyendo incentivos fiscales para los compradores, impuestos punitivos para los propietarios de automóviles de combustión interna y una inversión excesiva en infraestructura de carga. Sin embargo, a medida que los gobiernos nacionales comienzan a eliminar los subsidios para vehÃculos eléctricos, las ventas están cayendo, y nada de lo anterior importa. A menos que los vehÃculos eléctricos sean obligatorios, la UE realmente está sin opciones.
La energÃa solar y eólica en los Estados Unidos también son un ejemplo. La cantidad de capacidad que se está instalando en todo el paÃs está aumentando rápidamente-pero también lo es la oposición a estas instalaciones por parte de las comunidades locales. En febrero, USA Today informó sobre una encuesta que encontró que el 15% de los condados de EE. UU. habÃan logrado detener con éxito la construcción de proyectos de energÃa eólica y solar a escala de servicios públicos. Si bien el informe describió la tendencia como negativa, esas comunidades a menudo tienen razones bastante sólidas para su oposición, como la destrucción del medio ambiente o problemas de fiabilidad de suministro de energÃa.
Si creemos al jefe climático de la ONU, el mundo necesita gastar $2.4 billones anualmente para mantener la temperatura promedio mundial sin aumentar más de 1.5 grados Celsius desde la era preindustrial para 2050. Si creemos a BloombergNEF, el costo de la transición aumentó un 19% o $34 billones con respecto a estimaciones anteriores. Cómo encontrarÃan ese dinero quienes están a cargo y cómo se distribuirÃa sigue siendo un misterio sin solución a la vista.
Por Irina Slav para Oilprice.com
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